Saltaron como leche hervida...

Y no hubo que esperar hasta el año próximo.
Antes de lo que yo preví, ya empezó la campaña contra la ley de software libre que el miércoles pasado tuvo su media sanción en Diputados.
El viernes, cuti (Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información) sacó un comunicado de prensa que concluye con el siguiente párrafo: "La Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información se encuentra seriamente preocupada por la aprobación de este proyecto de ley en la Cámara de Diputados y espera que el mismo sea analizado más detenidamente por la Cámara de Senadores, de manera que no se tomen decisiones que puedan ser seriamente contraproducentes para el país".

Si bien algunas de las objeciones que presenta el comunicado, aunque salvables, podrían ser atendibles, el párrafo que más me rebela, por su falsedad, es el dedicado a la educación.
Según el comunicado, dice el presidente de la cuti: "las instituciones educativas siempre tienen que educar de la mejor forma posible a sus estudiantes en el conocimiento de plataformas o de software según las necesidades del mercado".
Esa frase es casi igual a aquella que una vez escuché ("a la gente hay que enseñarle a usar lo que usa") y que me motivó a escribir, como una especie de declaración de principios, la primera entrada de este blog.

Evidentemente que entre los muchos socios de la cuti está Microsoft Uruguay. Es lógico: no deben querer perder su actual status en el que el Estado, además de pagarles por las licencias, les mantiene y fomenta su monopolio de facto.
Pero también están otras entidades que me apena verlas detrás de este comunicado (como, por ejemplo, Antel, Kidbox.net, LATU, Universidad ORT y Universidad Católica del Uruguay).
Veremos como sigue todo esto...

(Enterado, nuevamente, gracias a los amigos de 180.com.uy).